Sorprenderme a mí misma

A Osvaldo Delgado lo mandé a la re concha de su madre cuando me quizo hacer la boludez esa de correrse de la transferencia. 

Ahora estoy menos impulsiva, 

no obstante lo cual,

qué increíble cómo la gente quiere siempre poner 

a las nuevas personas 

en lugares conocidos.

Pablo primero me quiso poner en el cajoncito de sus amigues borrachos

y después creo que flasheó algo de correrse del lugar de analista. 

Hay que crear cosas nuevas.

Quiero algo que me vuele el mate. 

Echaves es de acuario y se parece a Spinetta,

será más de lo mismo? 

Supongo que yo creo también mi realidad y puedo

hacer algo distinto.

Siento que con Pablo ya no puedo hacer nada,

si le hablo lo toma como demanda, 

si no le hablo se va, 

voy a hacer lo que se me canta las pelotas. 

Estoy pintando bailarinas, cantando Fito Paez a los gritos y bailando con Los Piojos.

Qué manga de borrachos era nuestra generación anterior,

Cómo no se les iba a pasar la noche entre el whisky y la coca? 

La vida se les pasó.

Tenemos una deuda ahí que palear.

Neptuno es mucho más que drogas, alcohol y evadir la realidad. 

Qué fuerte se lo siente en piscis.

Intuímos su verdad. 

Hasta hace unos días 

tenía en casa una botella de un vino que se llamaba Chamuyo.

Me hacía acordar que escapar de los problemas con la bebida es una mentira.

Pero se lo regalé a José que me ayudó a sacar 

un ropero que estaba demás.

El ropero le fue a mi vecina

que al rato me vino a contar que por una inundación no tenía placard hacía rato. 

Creo que eso de que dios le da pan a quién no tiene dientes 

ya está siendo.

A mí vení y mordeme bien despacito,

pero clavame un poco los dientes.