De escribir se trata

Tengo montones de escritos en papeles que van dando vueltas de un lado a otro.

No los tiro porque les tengo cariño, no es que estén buenos, o no sé, el tiempo lo dirá, probablemente cuando ya haya muerto...

Pero los quiero juntar y darles un sentido, hacer un camino, una línea del tiempo (aunque también tengo una línea de mi tiempo)..

Cuando escribo me desnudo, porque expongo todo de mí, no tengo filtro.. no hay una cara que me juzga como cuando hablo y me tengo que comportar, seguir las normas.

Ay dios, las normas me aburren. Quiero decirlo, gritarlo y hasta escribirte un WhatsApp que lo diga..

¿Y qué si flasheo cualquiera y lo propongo?

El pensamiento es así, puede evaluar cualquier opción, real o imaginaria y llevarla a cabo. Creando.

Creando un mundo, sistemas y relaciones en segundos.

Dejame ser (me lo digo a mí).

Con esta entrada, doy por inaugurada la desnudez de mi alma en un sendero que va, no sé a dónde, pero va con arte. Con escritura. Con una pc.

Hace diez años empecé a escribir un libro, pero recién en el 2018 me di cuenta de cuánto me gusta garabatear mis ideas.

Tengo un lóbulo frontal muy activo. Y sí, además soy muy frontal. Nunca me entienden. Ni quienes me quieren.

Es que tendría que haber nacido de acá a 100 años en el futuro para encontrar el equilibrio que quiero alcanzar.

Porque ahora, ahora soy puro desequilibrio. Siempre lo fui. Puro acuario un día, extremo capricornio al mes. En el medio, piscis me anula y soy una con lo etéreo.

Aire, tierra, agua. Me falta tu fuego. Que haya fuego.