Un whatsapp

Sabés que dudé mucho de decirte todo esto. 

Evaluando esta dinámica, me doy cuenta de que hay algo que no está funcionando entre nosotros. 

Ayer me escribiste después de 10 días y para cuando lo hiciste, yo ya había supuesto que esto se había terminado. 

Por segunda vez. 

Reconozco que no quiero ser de esas personas que andan suponiendo cosas sin pruebas, tal vez sólo se trate de que nuestros tiempos corren a distintas velocidades, y puede que por eso mismo, esto no esté funcionando.

Confieso que hubo un momento en que me encantaste, instantes en que intuí que teníamos una conexión asombrosa y vi la potencialidad de congeniar tan amorosamente. 

Pero cuánto más me acercaba, vos te alejabas, o en realidad, para ser lo más explícita posible, me sentía en una calesita, estirándome para agarrar el anillo, el anillo sos vos que me esquivás. La calesita sigue girando, me dejás ir y yo me preparo para una segunda vuelta. 

Pero yo ya no soy una niña, ya no subo a las calesitas. Entiendo que las relaciones que me rodean tienen que nutrirme de algún modo para que yo siga siendo la persona alegre que soy. 

No siempre fui así. He sido oscura y dañina. He tenido momentos de aislamiento y depresión.

Por eso sé que para mi es fundamental rodearme de personas que vibran cierta energía.

Tal vez peco de espiritual, pero es que soy como una esponja que todo lo absorbe. 

Me fui por las ramas...

Ayer me escribiste después de 10 días y yo supe que a mi también me cuesta escribirte.

No sé si sea el miedo al rechazo, o que debo juntar fuerzas para decirte "hola" de la manera más adecuada, porque me da mucho miedo equivocarme con vos.

Te había puesto tan arriba que primero, antes de siquiera hablarte, tenía que dar una vuelta por el amor propio para cargarme, como una batería.

Ayer me escribiste y me di cuenta que yo también te escribo cada 10 días.

Pero no me gusta. 

No me gusta necesitar 10 días para hablarle a alguien, deseo poder abrirme y que me veas, también imperfecta... en construcción... para que así sepas que pongo mi máximo esfuerzo en mejorar, en transformarme.

Estos días estoy tan conectada conmigo misma, estoy tan creadora de mi realidad, que te dejo ir.

Así, te dejo ir.

Podés volver de otra forma, podés acercarte más, porque no te vas a quemar, pero si sólo querés mirarme desde allá, entonces andá, yo te dejo ir.

Ojalá algún día, incluso ahora mismo, conozcas a alguien que te vuele el mate. 

Alguien con quien te animes a crear, a mostrarte. A amar. 

Si pudiera escribirte todo esto en un whatsapp...


Comentarios

Entradas populares